* Cinvestav es líder de la investigación científica en México. Su compromiso por ofrecer propuestas científicas o tecnológicas a las necesidades de la sociedad hizo que durante la pandemia por covid-19 emprendiera cerca de 70 líneas de investigación
Redacción RD:
CDMX 16 abril 2021.- A 60 años de su creación, el
Cinvestav es uno de los centro de investigación más importantes de México y en
fechas recientes diversos rankings, como el del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas de España, lo ubican entre los primeros lugares de
América Latina y a nivel mundial cercano a los cien más destacados.
El
Centro es líder en México en Programas Nacionales de Posgrados de Calidad y de
Competencia Internacional, equiparables a los mejores del mundo; además, en
seis décadas han otorgado cerca de 16,000 grados académicos de maestría y
doctorado, con lo cual sus egresados representan el 10 por ciento de
todos los investigadores mexicanos.
La
planta docente del Cinvestav se integra por 614 académicos de tiempo
completo, 97 por ciento de ellos pertenece al Sistema Nacional de
Investigadores, que atiende a una matrícula es de 3,192 estudiantes; pese a
contar con una comunidad pequeña, comparada con otras instituciones de
educación superior en el último año publicó 1577 artículos científicos.
Creado el 17 de
abril de 1961,
el Cinvestav cuenta con intensa cooperación nacional e internacional, como lo
muestran sus 341 acuerdos de cooperación con instituciones de investigación de 38
países, que le permiten establecer diversos intercambios como una
herramienta para fortalecer la capacitación científica y tecnológica de sus
estudiantes e investigadores.
Su
vinculación con empresas, gobiernos e instituciones de educación superior le ha
permitido emprender diversos proyectos de investigación que tienen incidencia
en temas como la salud, alimentación, medioambiente tecnología o educación y
ofrecen propuestas para la solución a las necesidades científicas o
tecnológicas de la nación.
El
Cinvestav fue una iniciativa concebida por Manuel Cerrillo, Eugenio Méndez, Víctor
Bravo y Arturo Rosenblueth para fundar una escuela de posgraduados, con
elevados estándares de rigor académico, que contribuyera a fomentar la técnica
moderna. Esa idea se plasmó en su misión de desarrollar ciencia básica y
aplicada de punta con el propósito de formar recursos humanos altamente
capacitados.
Desde
sus inicios, el Centro se distinguió por contribuir a resolver problemas
nacionales del momento, como la elaboración de libros de texto gratuitos de
primaria, la construcción del primer sistema fotovoltaico de celdas solares
para iluminar e instalar telefonía en zonas indígenas del país, o la creación
de un tejido epidérmico innovador capaz de regenerar las lesiones de piel.
Su
compromiso de ofrecer propuestas científicas o tecnológicas en atención de las
necesidades sociales, se refrendó con la pandemia por covid-19, al emprender
cerca de 70 líneas de investigación, entre las que figuran pruebas de
diagnóstico, identificación de nuevas variantes, tecnología de para identificar
riesgo de contagio y una vacuna, entre otras.
También
destacan sus innovaciones para combatir enfermedades como el cáncer,
chagas, dengue, amibiasis, tricomoniasis, diabetes y epilepsia, entre
las que destacan el desarrollo de terapias génicas, métodos de diagnóstico,
producción de proteínas para vacunas terapéuticas o análisis de nuevos
fármacos.
Para
fortalecer el sector alimenticio y agropecuario, ha descifrado el genoma de
diversas variedades de plantas como maíz, frijol, chile o amaranto, que
permitirá mayor competitividad al generar variedades resistentes a
enfermedades, tolerantes a sequía, de menor costo y con métodos de producción
más eficientes.
Además,
impulsa estudios que analizan aspectos sobre el cambio climático y propone
dispositivos innovadores para la recuperación de suelos y agua contaminados; su
tecnología fomenta el diseño, construcción y uso de la robótica, drones,
minisubmarinos, exoesqueletos, seguridad informática, empleo de supercómputo en
aplicaciones científicas y la administración de la plataforma de la Universidad
Abierta y a Distancia de México, así como la Preparatoria Nacional en Línea.
Cinvestav fue pionero en la
descentralización científica y hoy tiene presencia a nivel nacional con 12
sedes, ubicadas en diez entidades, donde fomenta el desarrollo
científico, tecnológico y las actividades productivas de cada zona, a través de
la formación de grupos de investigación de alto nivel.
La
consolidación del Cinvestav como un centro de investigación de clase mundial
arrancó con la creación de equipo para el transbordador Atlantis de la NASA, el
inició de su colaboración en el Gran Colisionador de Hadrones, su participación
en el Observatorio Pierre Auger o el diseño de componentes electrónicos y
software para telecomunicaciones e industria de computación, propuestas de
largo aliento que se siguen cultivando.