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Por G. Adolfo Ruiz J.
CDMX 06 agosto 2018.? El Instituto Nacional de Cancerología (INCan) anunció la puesta en marcha del nuevo Modelo Integral para la atención del Cáncer Cervicouterino Localmente Avanzado:"MICAELA”, que contribuye al mejoramiento del pronóstico de mujeres con cáncer cervicouterino (CaCu), a través de una atención integral individualizada.
El CaCu es un problema vigente de Salud Pública en mujeres mexicanas en etapa reproductiva, y para combatirlo nació MICAELA a finales de 2017 con el apoyo del Dr. Abelardo Meneses, director del INCan, del grupo de Equidad y Género, y de la Diputada. Lucely Alpízar.
El objetivo es ofrecer a un grupo de 480 pacientes con la enfermedad localmente avanzada sin seguridad social, un programa individualizado, integral, de vanguardia y protocolizado, que brinde apoyo psicológico, nutricional con tratamientos individuales innovadores.
Hoy el tratamiento es multidisciplinario interviene un cirujano oncólogo, un radio oncólogo y el tratamiento va dirigido en base a si es una enfermedad localmente avanzada o una enfermedad metastàsica (invasiva). La etapa temprana es cuando el tumor no es mayor a cuatro centímetros, el tratamiento es quirúrgico y el éxito del tratamiento es arriba del 90%.
El Dr. Eder Arango Bravo, Mèdico oncólogo adscrito al programa “MICAELA” comentó: “La población debe tener en cuenta como se manifiesta el CaCu, es una enfermedad que inicialmente no tienen síntoma, durante el transcurso evoluciona y los síntomas pueden ser muy específicos como son: sangrado escaso a través de la vagina, periodos sin sangrados, sangrado con manchado hasta convertirse con mayor manifestación”.
“En etapa avanzada el tumor es de mayor tamaño se extiende a otros órganos cercanos, ya se presenta con mayor sangrado posmenopáusico, es decir que no han menstruado en varios años y se presenta un sangrado anormal, puede haber ardor al orinar, orina con sangre, edema en las piernas y con etapas muy avanzadas que puede ocasionar la muerte”
La Dra. Lucely Cetina; Investigadora en Ciencias Médicas “D”, del Sistema Nacional de Investigadores Nivel II y responsable del programa MICAELA, señaló: “El tratamiento para las pacientes con CaCu podría seguir impactando en los siguientes 10 a 15 años y es
la base para crear, un modelo integral de atención con altos estándares de calidad, que pueda ser validado y reproducible posteriormente”.
Las estrategias actuales para controlar la enfermedad aún son limitadas, pero se puede prevenir y combatir con educación, vacunas y pruebas de Papanicolaou, sin embargo, aún falta un gran camino por recorrer para bajar el número de afectadas a causa de esta enfermedad”, expresó Dra. Lucely Cetina.
En el INCan se reciben alrededor de 550 mujeres al año con este diagnóstico. El 80% se presenta con esta enfermedad localmente avanzada y el 30% de estos pacientes presenta una comorbilidad (daño renal crónico, diabetes mellitus tipo 2 o hipertensión).
El CaCu es una enfermedad prevenible, pero aún es un problema en salud pública siendo la segunda causa de cáncer más común en mujeres mexicanas y cuarta causa de muerte en todo el mundo. En México se registran 17,940 nuevos casos de mujeres diagnosticadas, y 6, 480 muertes a causa de este padecimiento cada año.
Para reducir la incidencia y la mortalidad del CaCu se deben aplicar medidas que disminuyan los factores asociados a un mayor riesgo de infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Una de las principales medidas es la vacuna integrada al esquema nacional de vacunación, actualmente sólo para niñas de 11 años o 5º año de primaria, se insiste en la vacunación de niños y niñas a partir de los 9 años. Así como a jóvenes y adolescentes de secundaria y preparatoria.
Por su parte, la Dra. Ariadna Martínez Rivas; directora médica de la Fundación Luis Pasteur I.A.P. mencionó: “Las campañas de vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) deben beneficiar no solo a niñas en edad escolar, sino hasta jóvenes, hombres y mujeres, de 15 a 25 años, con el objetivo de seguir disminuyendo la incidencia, lograr un esquema de vacunación masiva”.
El CaCu representa un tabú social por su asociación con el VPH y con enfermedades de transmisión sexual lo que se traduce en un incremento en frecuencia en mujeres vulnerables; por su estado de pobreza, desigualdad social, económica y sobre todo cultural. Las estrategias actuales para controlar la enfermedad aún son limitadas”.
Mayra Galindo, directora de la Asociación Mexicana de Lucha contra el cáncer, mencionó: “Es importante que tomemos el programa MICAELA como un ejemplo de mejores prácticas y procesos, los hospitales y sistemas de salud, deberían contar con indicadores que nos permitan medir un avance e impacto real en la población, además de ser un verdadero beneficio para las pacientes”.
Finalmente Mariana Yussel, sobreviviente de este tipo de cáncer de 20 años de edad relató; que tiene una hija de 2 años de edad y que inicialmente no tuvo síntomas pero al pasar el tiempo se presentaron sangrados abundantes le realizaron estudios y le extirparon el útero y continúa su tratamiento en el INCan, con radio terapia y ahora con medicamentos treparías blanco, con éxito y recomendó visitar al ginecólogo al menos una vez al año y realizarse el Papanicolaou, para no pasar sufrimientos.